viernes, 6 de junio de 2014

La tabla Ouija




Tablero Ouija en inglés La Ouija (o güija según la grafía recomendada por la RAE)es un tablero dotado de letras y números con el que se cree que se puede entablar contacto con los difuntos. En países latino americanos también es conocido como el "juego de la copa". Aún habiendo diferencias en su nombre, no hay distinción alguna entre ambos conceptos, contradiciendo a muchas personas afirmando que es una variación de la misma cuando no lo es.

Historia de la ouija 
La ouija tiene un origen impreciso situado en la moda espiritista que inundaba Occidente hacia finales del siglo XIX, y que dio lugar a una patente registrada el 28 de mayo de 1890 declarando a Elijah J. Bond como su inventor, William H. A. Maupin y Charles W. Kennard como titulares. No está claro si Bond o los titulares inventaron realmente algo o simplemente patentaron una de las muchas planchettes o tablas parlantes para comunicarse con los espíritus que circulaban por Europa y América. En todo caso, Kennard crearía la empresa (Kennard Novelty Company) para la fabricación del tablero y comenzaría a vender los primeros ejemplares en 1890. Kennard inventó asimismo el nombre ouija, afirmando que era una palabra egipcia que significa «buena suerte» —lo cual no es cierto. Posteriormente la patente fue vendida a William Fuld, antiguo empleado de Kennard, cuya compañía comercializó el juguete hasta que Parker Brothers adquirió los derechos en 1966. Fue Fuld quien proclamó que la palabra 'ouija' era una mezcla de los vocablos oui y ja, 'sí' en francés y alemán respectivamente.


Objetivo de la Ouija

Según sus seguidores, la Ouija tiene como fin el contacto de las personas que participan en el juego con supuestos espíritus, almas en pena y de forma cultural se asocia con el contacto con seres de la religión católica como Dios y el Demonio, aunque esto último es rechazado por estudiosos de la Ouija.


Críticas

Durante más de siglo y medio de vida de la Ouija se han realizado varios experimentos que, según algunos escépticos, psicológos y científicos que han investigado sobre esta práctica, ponen de manifiesto que la Ouija no establece contacto con seres supuestamente paranormales.

Una prueba es la necesidad de que las personas estén en contacto con el vaso, si éste es tocado, se mueve. Esto da pie a la teoría de la acción ideomotriz, es decir, el movimiento del vaso o pieza que sirva de marcador sería movida involuntariamente por pequeñas presiones de los dedos.

En otro experimento realizado por Larry Bayou, en el cual los participantes no veían las letras que señalaban, no se formó una palabra coherente en el tiempo que duró la prueba. Esto podría demostrar que los participantes son realmente quienes crean las palabras de forma inconsciente, y por tanto necesitan ver el tablero.


UNA SESION DE OUIJA


Eramos cuatro amigas, que teníamos curiosidad por la ouija y estábamos a punto de iniciar una sesión, era la primera vez para todas nosotras. Estábamos sentadas alrededor de una mesa redonda, las cuatro junto a una médium, que sería el enlace con seres del mas allá, todo estaba a punto de empezar, juntemos nuestros dedos y los pusimos encima de un vaso, la médium con voz grave dijo: hay alguien ahí que quiera ponerse en contacto con nosotras, si la hay que de alguna señal, todas estábamos calladas, a mí se me escapó una leve sonrisa, soy incrédula por nacimiento, me creo pocas cosas en esta vida, pasaron unos segundos que parecieron minutos, cuando el vaso empezó a girar lentamente, nos miremos y pensemos que alguna de nosotras lo movía para hacer una gracia.

Pasaron varios minutos hasta que la médium dijo que un familiar de una de nosotras se iba a poner en contacto, un momento después la lámpara de la mesita se cayó al suelo como si alguien le hubiera dado un manotazo, dimos un grito, había bastante luz y ninguna de nosotras hizo nada para que se cayera, en esos instantes nos levantemos de golpe para irnos, pensemos que ya estaba bien de bromas, la médium nos aconsejó que no nos fuéramos, el ser del mas allá se podría enfadar y pagar muy caro nuestra marcha, nos volvimos a sentar y de repente una voz muy grave salía de su boca y nos dijo, que sí alguna de nosotras se llamaba Genoveva, nos quedemos de piedra y dijimos que sí, entonces el ser dijo: ¿tu madre esta muerta verdad? Yo dije que sí que hacía un año había fallecido de un ataque al corazón, el ser contestó que no murió de eso, que la habían envenenado y el que lo había hecho seguía en mí casa y que tuviera mucho cuidado, que también quería matarme, yo di un grito y le dijo que quien era, me contestó que era mi abuelo materno y que también había sido envenenado por la misma persona, y que me diera mucha prisa para poder salvarme.

La médium se quedó sorprendida por los acontecimientos, púes nunca había tenido una sesión tan explicita y aterradora, púes muchos de los seres que se ponen en contacto suelen dar buenas noticias y esto a ella se le escapaba de las manos, que no volviéramos más y que lo olvidáramos todo y no dijéramos nada a nadie.

Salimos de allí confusas, yo llorando, en realidad casi no conocí a mí abuelo y mí padre murió de una peritonitis cuando era muy pequeña, la única que quedaba en mí casa era mí tía, la hermana de mí madre, pero eso era imposible si siempre se había portado muy bien conmigo, y ahora ejercía de madre, púes nunca se casó ni tuvo hijos, era una locura y decidí olvidar todo lo que habíamos vivido esa tarde. Mis amigas hicieron lo mismo, a ellas no les preocupó tanto el asunto, púes no habían sido mencionadas en la sesión y además no creíamos nada, pensábamos que la médium tenía posibilidades como cualquiera de investigar un poco de saber si mí madre había muerto, puesto que la sesión la habíamos concertado la semana anterior, nos despedimos de ella y cada una se fue a su casa, quedemos en que me llamarían cada día para ver como estaba, pero que no me preocupara que todo había sido un juego macabro, eso era lo que creíamos en esos momentos.

Un día que mí tía fue de excursión, entré en su habitación y la registré de arriba abajo, no había nada raro todo estaba como siempre, su estantería llena de libros, la mayoría de plantas y animales, le gustaba todo lo natural, incluso tenía unos cuadros hechos con unas flores secas muy raras formando dibujos de ángeles, hasta las fotos de mi madre y mi abuelo las había adornado con ellas, cerré la habitación y pensé que todo era imaginación mía influenciada por lo que me dijo la médium.

Al día siguiente cuando vino mí tía, vi que estaba con un ramo de flores secas encima de la mesa, le dije que casualidad son iguales que la de los cuadros, me contestó, no es casualidad te estoy preparando uno para ti, no vas a ser menos que ellos, me pareció bien y me fui a dormir. Estando durmiendo noté una presencia al lado de mi cama, me cogió la mano y me dijo: no te asustes soy tu abuelo, no he venido solo, mira al otro lado de la cama, también está tu madre, tenemos que decirte algo, tú tía te quiere envenenar como a nosotros, estamos aquí para avisarte, yo no podía hablar, estaba paralizada pero entendía todo a la perfección.

Al día siguiente cuando se marchó mí tía de paseo, hice todo lo que me dijeron, cogí unas cuantas flores secas, la cantidad exacta para que no notara nada, las trituré bien y se las puse en el café soluble que tomaba cuando se levantaba, era lo primero que hacía, cuando yo me levantaba ella ya había desayunado hacía rato. Ya lo tenía todo listo, en ese momento llegó ella y me dijo que por que no había salido, le contesté que había estado arreglando mi armario y se me hizo tarde.

Después de cenar, me dice que mañana me va a preparar una comida especial, que a mi madre y mi abuelo les gustaba mucho, hice ver que me gustaba la idea y me despedí de ella con un seco hasta mañana.

No pude dormir en toda la noche, al final quedé rendida , cuando sonó el despertador y abrí los ojos, pensé que todo había sido un sueño, me puse la bata y salí al salón y allí estaba sentada en su sillón preferido junto a su taza de café, parecía dormida, pero no, estaba muerta. Recogí todo, me deshice de las flores por el inodoro, las trituré bien y luego tiré desatascador para que no quedara ni rastro, lo mismo hice con el café soluble, una vez estaba todo como siempre, primero llamé a urgencias y luego a mí vecina para decirle que mí tía no reaccionaba, hice el mejor papel de mi vida, siempre me gustó el teatro y el drama lo que más.

Cuando llegaron los médicos, el primer diagnostico era un ataque cardiaco y con los antecedentes familiares era previsible, sí yo estaba de acuerdo no hacía falta hacer la autopsia, lo único que me dijeron los médicos es que cuando pasara todo esto, me hiciera un chequeo para prevenir el día de mañana un posible infarto, les dije que ya pasaría. De esto hace cincuenta años, tengo una salud estupenda y se que no moriré de lo mismo que ellos.

Mí abuelo y mi madre no han vuelto, pero estoy segura que sí estoy en peligro volverán.


LOS PELIGROS DE LA OUIJA


Ni las hermanas Fox ni Allan Kardec recurrieron jamás al uso de la tabla ouija, aunque les hubiera sido mucho más cómodo para conversar con la gente del más allá. Aunque rudimentaria, esta forma de comunicarse con los espíritus era conocida desde la antigüedad. No es ningún invento moderno. Pitágoras la describió en el siglo VI a.C., así como Ammianus Marcellinus lo haría con un modelo perfeccionado, en el siglo IV d. C. En él se utilizaba un péndulo en lugar de la plancheta que vendría muchos después.

En general la ouija se practica sobre una mesa redonda, de manera pulida, sobre la cual pueda deslizarse sin problemas una copa de cristal invertida. En el borde de la mesa se ponen cartulinas con todas las letras del alfabeto y los números. Una vez lograda la concentración adecuada, todos colocan un índice sobre la copa que, de haber suerte, se moverá de una letra a otra formando las palabras que constituirán el mensaje del más allá.Pero fue en la segunda mitad del siglo XIX que la tabla adquirió la forma conocida, con la plancheta a modo de corazón apoyado sobre tres patas.

Incluso el nombre de ouija le fue concedido entonces, por Williams Fuld, que declaró haberla inventado, el muy embustero, y se atrevió a patentarla.

Y lo hizo para ganar dinero. En esto consiste el progreso. Este nombre de ouija deriva del francés oui y del alemán ja, dos palabras que significan lo mismo: sí. Uno no llega a comprender por qué Fuld no dio a su tabla el nombre de ouiyes o jayes, pero así son las cosas. La tabla está formada por dos partes: la tabla propiamente dicha, donde están pegadas las letras del abecedario, los números 0 al 9 y dos palabras: SI y NO, y a veces ADIÓS para avisar que el espíritu presente da por terminada la entrevista.

Hay una segunda pieza, movible, que puede deslizarse sobre el tablero y sobre la cual apoya muy levemente los dedos la persona que espera recibir un mensaje. La pieza, llamada, a veces panchette, que suele tener forma de corazón, como antes se dijo, va deteniéndose en las letras o los números, uno después de otro, para formar un mensaje. La tabla fue utilizada con gran entusiasmo a fines del siglo pasado por algunos miles de aficionados de todo el mundo –menos por Kardec, que era un poco anticuado- y ha vuelto a convertirse en artículo de moda, o de diversión, por quienes desean pasar un rato agradable, sin caer en la cuenta de que se trata de un objeto peligroso como se dirá más tarde.

Por supuesto que este juego, si así se le puede llamar, no es personal, sino que ha de ser colectivo. Mientras deja el actor principal que se deslice la plancha por la ligera presión de sus dedos, otra persona escribe en un papel todo lo que vaya resultando. En cuanto el espíritu visitante indica que debe abandonar el juego, puede leerse el mensaje.

¿Recibe el adepto a la ouija verdaderos mensajes del más allá, como suponen quienes en esto creen, o se trata de mensajes emitidos por el subconsciente de quienes utilizan la plancheta? Por lo que sea, los psicólogos opinan que este juego es peligroso y puede causar severos daños a la mente, e incluso conducir al protagonista a la locura.

Explican que, por lo general, el subconsciente se manifiesta a través de los sueños o por hipnosis. Jamás deben manifestarse consciente y subconsciente al mismo tiempo encontrándose el sujeto consciente. Puede sufrir por ello fuertes traumas.
Además, ¿es posible que el mensaje recibido a través de la tabla ouija influya en los actos que realizará más tarde una persona?


Algunos ejemplos de utilización de la ouija

La tabla ouija no es precisamente uno de esos artículos esotéricos que debe consultarse con ligereza y, menos aún, cuando se es algo impresionable. A veces, su uso es objeto de bromas -generalmente pesadas-, pero otras a tenido consecuencias nefastas para aquellos que han sabido interpretar los mensajes que puede transmitir.Jennifer Lynn Sprigman, de 14 años vecina de Downers Grove, Illinois, había sido siempre una muchacha nerviosa e impresionable. En diciembre de 1972 se encontraba con una compañera de la escuela, cuando a ésta se le ocurrió jugar un rato con la tabla ouija. Jennifer preguntó por curiosidad, a qué edad moriría.

Podía haber preguntado cuál sería el nombre de su futuro novio, o que edad se casaría y cuántos hijos tendría, pero no fue casual que su pregunta se relacionará con su oculto desequilibrio nervioso. La plancheta dio una cifra, 18, y siguió con una palabra: asesinada. Las dos amigas rieron con la respuesta. Les parecía muy graciosa. Siguieron preguntando cosas relacionadas con la muerte de Jennifer: de qué forma moriría. La tabla contestó de inmediato; estrangulada.

La joven murió estrangulada, como anunció la tabla, el 3 de octubre de 1976 faltando dos semanas para su 18 aniversario. Jamás atraparon al asesino. La amiga de Jennifer consultó con la ouija, pero ésta no volvió a citar su nombre, ni dio el de su asesino.

Se ha convertido en clásico del tema lo sucedido una tarde de enero de 1885, en la ciudad de San Petersburgo, cuando un joven jugaba con la tabla ouija que acababan de obsequiarle. Obtuvo por conducto de ella un nombre: Andrei, que era el de su difunto padre. Cuando volvieron a jugar su madre y ella, el día 22, para ver si les ofrecía algo menos aburrido, sucedido al asombroso.

Apareció el nombre de Alejandra, seguido de 5 palabras: “Tienes que salvar a Nicolás”, que fueron seguidas por un curioso mensaje. Era la historia de un joven revolucionario llamado Mijaíl, que había sido sorprendido en una reunión clandestina y condenado a cinco años de destierro en Siberia. El mensaje había sido emitido después de morir Mijaíl, cuando intentó huir de la prisión. Esta historia, que sería investigada por el Dr. Alexander Aksakov, gran aficionado a los fenómenos psíquicos, no pudo ser aclarada.

¿Había leído la joven de la ouija alguna novela, o escuchado una noticia que dejaron una profunda huella en su mente, sin que ella se diera cuenta, y fue a surgir, ligeramente transformada, como consecuencia de la velada del 22 de enero?

Resulta sumamente sencillo cometer fraudes con la tabla ouija. Fue lo que le sucedió a Clara Hoover, rica heredera que había sido invitada a tener una experiencia por su amiga Margaret Faulkner, amiga de toda la vida. El New York Time del 6 de marzo de 1970 dio a conocer lo sucedido. La persona que se ocupó de manejar la tabla fue, lógicamente, la amiga, quien obtuvo un mensaje del más allá que resultó, oh maravilla, francamente favorable para ella: una ser venido del otro mundo ordenó a la joven heredera hacer entrega a la querida amiga de una abultada suma de dinero.

El enrevesado caso de Patience Worth
La señora Curran se entretenía, allá por el año 1913, con una tabla ouija en compañía de su amiga Emily Grant. La plancheta comenzó a moverse de improviso y señaló diversas letras para formar un texto venido del más allá. Parecía enviado por una mujer llamada Patience Worth –traducción: el valor de la paciencia-, dando así inicio a una de las comunicaciones por ouija más extraordinarias en los anales de la investigación psíquica.

A lo largo de 25 años, aquella Patience dictó, a través de la señora Curran, lo mismo novelas que epigramas y poemas. El fenómeno fue estudiado por Walter Franklin Pierce, de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Boston. La Sra. Curran murió en diciembre de 1987 y parecía que con ella desaparecerían Patience y sus obras literarias. Pero no fue así, porque reapareció 30 años más tarde, en circunstancias harto curiosas.

Cierto Harold O´Neal recibió en la Navidad de 1967 una tabla ouija de obsequio de una de sus hijas. Le pareció una broma tonta, sabiendo todos que era bastante escéptico. Pero, ante la insistencia del elemento femenino de su casa, se avino a utilizarla. Para su sorpresa, la plancheta se movió y señaló el nombre de un tal Jacob, completamente desconocido. O´Neal tuvo entonces deseos de saber algo más sobre los mensajes de la ouija y leyó varios libros. Conoció así la historia de Patience Worth.

Se le ocurrió preguntar a Jacob si lo conocía. La respuesta fue negativa. Una de las hijas del matrimonio, llamada Jathy, consultó entonces con la ouija y se puso en contacto por medio de ella con Patty Starry, joven de 17 años que había sido violada y asesinada cerca de la escuela, en Colorado. Ella sí conocía a Patience. Poco después era la misma Patience quien mandaba un mensaje y algunos poemas recientes. Declaró entonces que antes de ser Patience se había llamado Nora Fleming y había vivido en Escocia –como puede verse, todo en estos fenómenos tiene una relación: al hablar de ouija aparece la escritura automática, la reencarnación y el subconsciente- donde murió en 1928.

Algún tiempo después desapareció Patience y acudió a transmitir mensajes Hannah Pringles, quien declaró lo que sigue: Patience no volvería a aparecer, por una razón muy sencilla. Había vuelto a nacer el 17 de junio de 1969, en forma de niña encantadora, de unos padres que vivían en Connecticut.

Lo curioso de este caso es que otras personas, sabedoras de lo sucedido, lograron comunicarse con Patience y recibir de ella mensajes, a pesar de haber reencarnado en junio de 1969. En uno de ellos afirmó que jamás se comunicó con Harold O´Neal ni con nadie que no fuera la señora Curran.


Con los espíritus no se juega...

Empinando apenas su cuerpo, la entonces pequeña Jacky abría el "cajón prohibido" en un estante de su casa. Letras recortadas en cartón y un vaso -entre otros objetos- eran los implementos que se guardaban con recelo. Ahí estaba la "Ouija". Esa cosa extraña que los grandes usaban para hablar con los muertos.

"Nadie podía tomar agua de ese vaso" -recuerda Jacky ya con 49 años y con la misma potencia perceptiva de su madre, una "médium" de tomo y lomo.
Profundamente católica, esta profesora con estudios en teosofía cuenta que recién a los 17 años experimentó en carne propia la aventura de manejar la mítica tabla, para canalizar su propia capacidad sensitiva. A esas alturas poco cuestionada.

Conocida como síquica y médium entre amigos, vecinos y conocidos, desde muy pequeña manifestó esa inusual herencia materna de percibir energías y sensaciones paranormales. Sin embargo, aclara que su incursión con la Ouija, fue más bien en calidad de principiante y como tal, le tomó respeto. Por eso, insiste en mantener su identidad en reserva, pues “no quiero que alguien me venga a pedir que haga la Ouija”.

"Cuando va a haber comunicación con espíritus, no se necesita nada" -dice con más de 30 años de experiencia en el tema y aclara que sus facultades síquicas sólo las emplea en contadas ocasiones -a expresa petición de amigos y conocidos- y nunca usando la famosa tabla.

Advierte que la Ouija es una peligrosa y elemental forma de hacer espiritismo. "Un arma de doble filo" -dice y explica que esta suerte de "canal hacia el más allá", permite la comunicación sólo con las almas que se encuentran en los niveles más bajos del plano astral.

1 comentario:


  1. La persona que me lo envió está todavía asombrada de lo ocurrido, ya que ella dice que lo hizo por hacerlo y que pidió algo que creía casi imposible de lograr, probemos.

    * Para ti mismo dí tres veces el nombre de la única persona del sexo opuesto con quien quieras estar.
    * Piensa en algo que quieras lograr dentro de la próxima semana y repítelo para ti mismo seis veces.
    * Piensa en algo que quieras que pase entre tú y la persona especial (del primer paso) y repítelo doce veces.
    * Ahora haz un último y final deseo acerca del deseo que escogiste.

    Después de leer esto tienes 1 hora para mandarlo a 15 temas y lo que pediste se te hará realidad en 1 semana.
    A la mayor cantidad de gente a quien lo mandes más fuerte se hará tu deseo.
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